viernes, 8 de julio de 2011

Pequeño Darío

Es un poema que quiero compartir con ustedes, a veces cuando las personas te permiten conocerlas, puedes percibir su esencia y capturarla en palabras, que puedas compartir con los demás.

Pequeño Darío, como no recordarte
en esas tardes de verano, con tus manos al viento
y tu pelo revuelto, jugando con el agua del río.

Con esos ojos llenos de sueños,
pensando en la manera de emprender el vuelo,
corriendo en el prado, sonriendo contento.

Como no recordarte, si al mirarte pareciera
que vuelves a ser niño, y pienso que nunca
un ceño fruncido fue tan lindo y tierna.

Al mirarte a los ojos, es como asomarse
a tu universo, y descubrir las mil manera
que tienes de sonreír.

Es ver como tus amigos, se convierten
en tus cómplices de aventuras,
de magos, príncipes y piratas
que en veloces barcos recorren el mar.

Quizá el alimentar tu libertad,
te hizo emprender el vuelo
y recorrer el mundo buscando tu propia verdad.

Y aún así, después de tantas aventuras
y personas en tu vida, al mirarte sólo recuerdo
al pequeño Darío, que era feliz al jugar
con el agua cristalina del río.


Yadira Suhey